
Capitulo 11: “Presencia y Tele presencia” ("La educación digital" - Antonio M. Battro y Percival J. Denham)
Es cierto que la sociedad del conocimiento actual exige el dominio de un conjunto de competencias relacionadas con la práctica de la comunicación a través de redes telemáticas. Estas competencias se fundamentan en el dominio práctico de los códigos de la comunicación visual, sonora y digital. Igualmente requiere adquirir habilidades para seleccionar y transformar la abundante información disponible en conocimiento útil y en sabiduría personal
No hay dudas que la educación digital ha comenzado a distribuir el conocimiento fuera de la escuela, del colegio y de la universidad, llevándolo hacia el hogar y el trabajo, gracias al empleo creciente de la informática y de las telecomunicaciones.Estamos frente a la red digital, “algo casi subversivo para el carácter tradicionalmente centrípeto de la escuela, cuya regla es que el alumno "debe aprender en el aula". Una red de computadoras, por el contrario centrifuga las ideas, las mezcla, las hace correr por caminos raramente transitados, permite que "la escuela vaya al alumno". No es fácil, como se comprende, implementar una propuesta que corre en sentido exactamente opuesto a la modalidad fuertemente centralizada por siglos de educación presencial, pero las ventajas están a la vista. Ahora podemos exigir una enseñanza distribuida, antes estábamos obligados a un aprendizaje concentrado”.[1]
Es en vano seguir aumentando en muchas escuelas la cantidad de computadoras si no existe una alfabetización digital, una educación para la vida como personas libres y responsables en la sociedad digital. El nuevo reto que se plantea en cuanto al alfabetismo es el desconocimiento de las nuevas tecnologías de la comunicación por parte de grandes sectores de la población. Se hace ineludible desde nuestro rol psicopedagógico promover la adquisición de los conocimientos necesarios para conocer y utilizar adecuadamente las infotecnologías, y de las NTIC y poder responder críticamente a los estímulos y exigencias de un entorno informacional cada vez más complejo. Encontramos a la alfabetización digital con un doble objetivo (objetivo que debe ser abordado por muchos profesionales no solo psicopedagogos): superar la brecha digital y fomentar la integración, ocupabilidad y socialización de estas personas en la sociedad.
Como mencionamos antes se trata de una educación (digital) en valores y fomentando actitudes crítico-reflexivas con la realidad. Es también una oportunidad para mejorar la calidad de vida de las personas descubriendo talentos y habilidades que le sirvan en el desenvolvimiento de la vida cotidiana. En un sentido valoramos un modelo de alfabetización digital multidimensional, activo y dinámico que va mucho más allá de la simple adquisición de destrezas para utilizar el ordenador o cualquier otro dispositivo para acceder a la red y que, por lo tanto, trasciende ampliamente el campo de la informática. Un concepto que requiere habilidades y conocimientos, pero también concienciación y actitudes críticas. Porque estar alfabetizado digitalmente “sería poseer la capacitación imprescindible para sobrevivir en la sociedad de la información (saber cuándo y por qué necesitas información, dónde encontrarla, y cómo evaluarla, utilizarla y comunicarla de manera ética) y poder actuar críticamente sobre ella;”[2]
Por otro lado Podemos hablar de presencia y tele - presencia que “si bien no son antagónicas, son consideradas complementarias, ya que en una educación presencial puede combinarse una no –presencial, por medio de e-mails, videoconferencias, etc., es decir, la telepresencia, que muchas personas pueden considerarla como secundaria porque creen que una educación presencial tiene mucho más valor que una no-presencial y no tienen en cuenta las ventajas que ésta presenta en comparación con una educación presencial. Por ejemplo el costo para desplazarse, el tiempo y el esfuerzo entre otras. Es una solución al alcance de la mano aunque todavía pocos se atreven a implementarla. La videoconferencia nos ofrece la posibilidad de conversar con otra o varias personas a distancia con audio e imagen en movimiento, los participantes dialogan entre sí a través de pantallas de televisión que se disponen de manera adecuada para facilitar la conversación a distancia”[3].
Con todo esto queremos decir que desde nuestro lugar como futuras profesionales en el campo de la enseñanza –aprendizaje creemos que la teleeducacion digital impondrá nuevos hábitos de estudio y de enseñanza que complementaran los presenciales y estimulará el desarrollo de nuevas modalidades para aprender y enseñar en todos los niveles.
Desde nuestro rol creemos importante que se incorpore en la educación, lo digital como una herramienta. Los maestros son, ante todo, quienes guían el proceso y quienes dan forma al contexto de aprendizaje en el cual son usados Internet y las nuevas tecnologías. Por eso, las herramientas con que cuente el maestro van a ser fundamentales para determinar el grado en que los alumnos aprenden de sus experiencias con la tecnología en la escuela. Los maestros deberían utilizar las nuevas tecnologías para mejorar sus propias herramientas profesionales. Sin embargo, ésta es hoy una situación ideal de la cual estamos aún muy lejos. Muchos de ellos sienten que no están preparados o sólo algo preparado para usar las tecnologías en sus clases.Para algunos maestros, especialmente los que fueron educados antes de las computadoras, las nuevas tecnologías parecen un elemento extraño y poco necesario para ellos a la hora de enseñar. Estos maestros necesitan una capacitación básica, pero de todos modos un entrenamiento básico en el uso de las tecnologías por sí solo no es suficiente. La habilidad para el uso de las tecnologías sin un objetivo educacional no se traduce necesariamente en la capacidad para usar esas mismas tecnologías como una herramienta más en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Esto quiere decir que –a modo de ejemplo - muchos docentes tienen conocimientos en el uso de computadoras pero no sabe cómo aplicar esas herramientas en sus clases. El elemento fundamental para el uso efectivo de las tecnologías en la escuela es el desarrollo y la capacitación profesional; frente a una enorme cantidad de alumnos que llega a las aulas con importantes herramientas tecnológicas y gran familiaridad en el uso de las nuevas tecnologías y de Internet, la capacitación de los docentes en esta área es un desafío que no puede, ni debe esperar
“En el límite, toda tecnología puede encontrar una aplicación válida en la educación. De esto se sigue que la responsabilidad de un "buen uso" de las nuevas herramientas recae plenamente sobre el educador, los padres y los mismos alumnos. Este buen uso estará determinado por una correcta adecuación de las nuevas y poderosas tecnologías al mejoramiento del proceso de aprendizaje”[4]
No hay dudas que la educación digital ha comenzado a distribuir el conocimiento fuera de la escuela, del colegio y de la universidad, llevándolo hacia el hogar y el trabajo, gracias al empleo creciente de la informática y de las telecomunicaciones.Estamos frente a la red digital, “algo casi subversivo para el carácter tradicionalmente centrípeto de la escuela, cuya regla es que el alumno "debe aprender en el aula". Una red de computadoras, por el contrario centrifuga las ideas, las mezcla, las hace correr por caminos raramente transitados, permite que "la escuela vaya al alumno". No es fácil, como se comprende, implementar una propuesta que corre en sentido exactamente opuesto a la modalidad fuertemente centralizada por siglos de educación presencial, pero las ventajas están a la vista. Ahora podemos exigir una enseñanza distribuida, antes estábamos obligados a un aprendizaje concentrado”.[1]
Es en vano seguir aumentando en muchas escuelas la cantidad de computadoras si no existe una alfabetización digital, una educación para la vida como personas libres y responsables en la sociedad digital. El nuevo reto que se plantea en cuanto al alfabetismo es el desconocimiento de las nuevas tecnologías de la comunicación por parte de grandes sectores de la población. Se hace ineludible desde nuestro rol psicopedagógico promover la adquisición de los conocimientos necesarios para conocer y utilizar adecuadamente las infotecnologías, y de las NTIC y poder responder críticamente a los estímulos y exigencias de un entorno informacional cada vez más complejo. Encontramos a la alfabetización digital con un doble objetivo (objetivo que debe ser abordado por muchos profesionales no solo psicopedagogos): superar la brecha digital y fomentar la integración, ocupabilidad y socialización de estas personas en la sociedad.
Como mencionamos antes se trata de una educación (digital) en valores y fomentando actitudes crítico-reflexivas con la realidad. Es también una oportunidad para mejorar la calidad de vida de las personas descubriendo talentos y habilidades que le sirvan en el desenvolvimiento de la vida cotidiana. En un sentido valoramos un modelo de alfabetización digital multidimensional, activo y dinámico que va mucho más allá de la simple adquisición de destrezas para utilizar el ordenador o cualquier otro dispositivo para acceder a la red y que, por lo tanto, trasciende ampliamente el campo de la informática. Un concepto que requiere habilidades y conocimientos, pero también concienciación y actitudes críticas. Porque estar alfabetizado digitalmente “sería poseer la capacitación imprescindible para sobrevivir en la sociedad de la información (saber cuándo y por qué necesitas información, dónde encontrarla, y cómo evaluarla, utilizarla y comunicarla de manera ética) y poder actuar críticamente sobre ella;”[2]
Por otro lado Podemos hablar de presencia y tele - presencia que “si bien no son antagónicas, son consideradas complementarias, ya que en una educación presencial puede combinarse una no –presencial, por medio de e-mails, videoconferencias, etc., es decir, la telepresencia, que muchas personas pueden considerarla como secundaria porque creen que una educación presencial tiene mucho más valor que una no-presencial y no tienen en cuenta las ventajas que ésta presenta en comparación con una educación presencial. Por ejemplo el costo para desplazarse, el tiempo y el esfuerzo entre otras. Es una solución al alcance de la mano aunque todavía pocos se atreven a implementarla. La videoconferencia nos ofrece la posibilidad de conversar con otra o varias personas a distancia con audio e imagen en movimiento, los participantes dialogan entre sí a través de pantallas de televisión que se disponen de manera adecuada para facilitar la conversación a distancia”[3].
Con todo esto queremos decir que desde nuestro lugar como futuras profesionales en el campo de la enseñanza –aprendizaje creemos que la teleeducacion digital impondrá nuevos hábitos de estudio y de enseñanza que complementaran los presenciales y estimulará el desarrollo de nuevas modalidades para aprender y enseñar en todos los niveles.
Desde nuestro rol creemos importante que se incorpore en la educación, lo digital como una herramienta. Los maestros son, ante todo, quienes guían el proceso y quienes dan forma al contexto de aprendizaje en el cual son usados Internet y las nuevas tecnologías. Por eso, las herramientas con que cuente el maestro van a ser fundamentales para determinar el grado en que los alumnos aprenden de sus experiencias con la tecnología en la escuela. Los maestros deberían utilizar las nuevas tecnologías para mejorar sus propias herramientas profesionales. Sin embargo, ésta es hoy una situación ideal de la cual estamos aún muy lejos. Muchos de ellos sienten que no están preparados o sólo algo preparado para usar las tecnologías en sus clases.Para algunos maestros, especialmente los que fueron educados antes de las computadoras, las nuevas tecnologías parecen un elemento extraño y poco necesario para ellos a la hora de enseñar. Estos maestros necesitan una capacitación básica, pero de todos modos un entrenamiento básico en el uso de las tecnologías por sí solo no es suficiente. La habilidad para el uso de las tecnologías sin un objetivo educacional no se traduce necesariamente en la capacidad para usar esas mismas tecnologías como una herramienta más en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Esto quiere decir que –a modo de ejemplo - muchos docentes tienen conocimientos en el uso de computadoras pero no sabe cómo aplicar esas herramientas en sus clases. El elemento fundamental para el uso efectivo de las tecnologías en la escuela es el desarrollo y la capacitación profesional; frente a una enorme cantidad de alumnos que llega a las aulas con importantes herramientas tecnológicas y gran familiaridad en el uso de las nuevas tecnologías y de Internet, la capacitación de los docentes en esta área es un desafío que no puede, ni debe esperar
“En el límite, toda tecnología puede encontrar una aplicación válida en la educación. De esto se sigue que la responsabilidad de un "buen uso" de las nuevas herramientas recae plenamente sobre el educador, los padres y los mismos alumnos. Este buen uso estará determinado por una correcta adecuación de las nuevas y poderosas tecnologías al mejoramiento del proceso de aprendizaje”[4]
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